Vecino de Socuéllamos y uno de los primeros moradores en Tomelloso, donde ya contaba con una quintería en 1538. Fue él quien lideró a esos primeros moradores en el pleito que sostuvieron con don Antonio de Mendoza, Comendador de Socuéllamos y primer Virrey de la Nueva España, entre los años 1538 y 1545 ante la Real Audiencia y Chancillería de Granada con el objeto de conseguir que los impuestos en especie que debían pagar a la Encomienda fueran recogidos en Tomelloso y no llevados a costa de los propios labradores a Socuéllamos. A pesar de no conseguir su objetivo, durante esos años las quinterías de Tomelloso se dotaron de Iglesia, teniente de cura y carnicería abastecida durante todo el año, con lo que gracias a su empuje un grupo de quinterías en medio del campo y junto a un pozo, como tantas otras que existían por la comarca y que nunca pasarían de ser eso, se dotaron de las infraestructuras básicas de cualquier lugar o villa de aquel entonces, que con el transcurrir de los años las llevarían a ser el Tomelloso actual.